Tortura, robo y amenazas de muerte son algunas quejas que tiene Carlos Reyna Ramos en contra de dos elementos policiacos
EDUARDO SANTOS
S.O.S / Saltillo
“Me llevaron a despoblado, me
golpearon, me ponían la pistola en la cabeza, me dijeron que me iba a llevar mi
quien sabe qué y empezaron a golpearme”, así explicó Carlos Reyna Ramos una
travesía que le dejó dolores en el cuerpo y el temor de volver a ser torturado.
¿De
quién hay que cuidarse? ¿de los delincuentes o de los policías? Son preguntas
que surgen cuando sucede lo que le pasó a Carlos un hombre de 55 años, quien
tomaba en la vía pública y fue agredido por uniformados de la corporación
policiaca de Ramos Arizpe.
“A mí me quitaron mi celular y me
amenazaron de muerte, me dijeron que si yo iba a chismear con los jefes de
ellos, que ellos me buscaban y me iban a partir toda la madre y pues lo que yo
quiero es justicia, porque pues yo aquí vivo solo y está canijo, también me
quitaron dinero, 600 pesos”.
Carlos Reyna Ramos manifestó sentirse
mal por los golpes que le propinaron estos hombres que en teoría defienden a la
ciudadanía.
“Me pusieron a hacer lagartijas y
mientras las hacía ellos me levantaban a patadas”.
Tortura, amenazas y hasta robo, son
acciones que etiquetan a estos dos uniformados, quienes, se supone, acreditaron
pruebas de control y confianza.
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