¿Qué dirá el cine de nosotros?
Es la historia el más
grande ejemplo de la vida humana, que se instituye con la experiencia y se
corrige con el ejemplo. -Jacques Bénigne Bossuet.
Por Sergio Arévalo
Cuando tienes un sobrino pequeño que tiene una película
favorita cada tres días, y que te hace verla unas cinco veces al día, reconsideras
si realmente las torturas que realizaba la Santa Inquisición eran tan terribles. Hace unos días era Wall-E
(2008) donde se nos presenta un mundo en el que las personas no hacen nada más
que estar sentadas mientras pican botones y padecen sobrepeso; eso lo vi
mientras estaba sentado en el sofá con la camisa ajustada y revisando el
celular -a buen entendedor pocas palabras-.
El cine es considerado una de las siete artes del mundo
clásico, que desde 1895 ha evolucionado junto con la sociedad y nos ha mostrado
películas como Viaje a la Luna (1902), El Cantante de Jazz (1927), Lo que el
Viento se Llevó (1939), brillando por su diversidad de temas, estilos, producciones,
direcciones de actores y fotografía, etcétera. ¿Pero el cine solamente sirve
para esto?
El cine no solamente nos ha mostrado mundos imaginarios que
en su momento llegan a ser más que realidades; un mundo de máquinas al estilo
Matrix cada vez es más cercana a nuestra realidad. El escritor Julio Verne
pareciera un profeta o algo similar a un mago que puede ver el futuro y el ojo
del desaparecido cineasta Stanley Kubrick estaría maravillado con lo que hoy
acontece dentro del mundo de las tecnologías y las artes, al ver que cada vez
avanza más rápido dentro y fuera del mundo del cine.
Dicho arte también ha servido para dejar antecedentes de lo
que pasa en la historia. El líder alemán Adolfo Hitler promovió la realización
de películas en donde quedaba constancia de cómo el ejército nazi derrotaba a
sus enemigos y en donde él siempre lucia impecable, dándole a los espectadores una
imagen de grandeza y poder -todo parecido con nuestra realidad es mera
coincidencia-.
El discurso del Rey (2010) nos recuerda un hecho histórico
vivido por el duque Alberto de York. Hotel Rwanda (2004) narra la historia de
la masacre civil vivida en 1994 en esta república africana. Una película que
hace llorar a más de uno, estelarizada por, el ahora Batman, Ben Afflec en Pearl
Harbor (2001), la cual muestra el ataque de la Armada Imperial Japonesa a la
base naval estadounidense situada en Hawaii ocurrido una mañana de diciembre.
En el caso del cine mexicano, Infierno (2010) ¿nos dejará
como referente lo que se vive en el mundo del narcotráfico y la política? ¿O
será acaso La dictadura perfecta (2015) la que dejará el antecedente de lo que
se vive en México?, ¿no nos hará falta realizar movimientos revolucionarios que
marquen nuestra historia para beneficio de la sociedad? Porque hasta en la
última película sobre la batalla de 5 de mayo (Cinco de mayo: La batalla, 2013)
nos quitó algo de crédito al mencionar que gracias a nuestras enfermedades, o a
las bajas defensas de los invasores, es que pudimos ganarle al ejército francés.
Y en el futuro ¿Qué dirá
el cine de nosotros?
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