jueves, 7 de abril de 2016

UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

¿Qué dirá el cine de nosotros?


Es la historia el más grande ejemplo de la vida humana, que se instituye con la experiencia y se corrige con el ejemplo. -Jacques Bénigne Bossuet.

Por Sergio Arévalo
Cuando tienes un sobrino pequeño que tiene una película favorita cada tres días, y que te hace verla unas cinco veces al día, reconsideras si realmente las torturas que realizaba la Santa Inquisición  eran tan terribles. Hace unos días era Wall-E (2008) donde se nos presenta un mundo en el que las personas no hacen nada más que estar sentadas mientras pican botones y padecen sobrepeso; eso lo vi mientras estaba sentado en el sofá con la camisa ajustada y revisando el celular -a buen entendedor pocas palabras-.

El cine es considerado una de las siete artes del mundo clásico, que desde 1895 ha evolucionado junto con la sociedad y nos ha mostrado películas como Viaje a la Luna (1902), El Cantante de Jazz (1927), Lo que el Viento se Llevó (1939), brillando por su diversidad de temas, estilos, producciones, direcciones de actores y fotografía, etcétera. ¿Pero el cine solamente sirve para esto?

El cine no solamente nos ha mostrado mundos imaginarios que en su momento llegan a ser más que realidades; un mundo de máquinas al estilo Matrix cada vez es más cercana a nuestra realidad. El escritor Julio Verne pareciera un profeta o algo similar a un mago que puede ver el futuro y el ojo del desaparecido cineasta Stanley Kubrick estaría maravillado con lo que hoy acontece dentro del mundo de las tecnologías y las artes, al ver que cada vez avanza más rápido dentro y fuera del mundo del cine.

Dicho arte también ha servido para dejar antecedentes de lo que pasa en la historia. El líder alemán Adolfo Hitler promovió la realización de películas en donde quedaba constancia de cómo el ejército nazi derrotaba a sus enemigos y en donde él siempre lucia impecable, dándole a los espectadores una imagen de grandeza y poder -todo parecido con nuestra realidad es mera coincidencia-.

El discurso del Rey (2010) nos recuerda un hecho histórico vivido por el duque Alberto de York. Hotel Rwanda (2004) narra la historia de la masacre civil vivida en 1994 en esta república africana. Una película que hace llorar a más de uno, estelarizada por, el ahora Batman, Ben Afflec en Pearl Harbor (2001), la cual muestra el ataque de la Armada Imperial Japonesa a la base naval estadounidense situada en Hawaii ocurrido una mañana de diciembre.

En el caso del cine mexicano, Infierno (2010) ¿nos dejará como referente lo que se vive en el mundo del narcotráfico y la política? ¿O será acaso La dictadura perfecta (2015) la que dejará el antecedente de lo que se vive en México?, ¿no nos hará falta realizar movimientos revolucionarios que marquen nuestra historia para beneficio de la sociedad? Porque hasta en la última película sobre la batalla de 5 de mayo (Cinco de mayo: La batalla, 2013) nos quitó algo de crédito al mencionar que gracias a nuestras enfermedades, o a las bajas defensas de los invasores, es que pudimos ganarle al ejército francés.


Y en el futuro ¿Qué dirá  el cine de nosotros?

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