¡Abracadabra!

POR SERGIO ARÉVALO
Un niño de 9 años se encuentra en la casa del hermano de su madre en un día lluvioso preparando con una sabana vieja su disfraz para la tan esperada por él “noche de brujas”. Al finalizarlo, se dio cuenta que la luz se había ido de la casa por un viento muy fuerte que empezaba hacer de las suyas, su cuarto se encontraba cada vez más obscuro, se apasiono tanto en el disfraz que las horas se fueron volando y el sol se desvanecía.
Fue corriendo con su tío que se encontraba leyendo en su recamara a decirle que estaba aburrido, el tío inmediatamente se dirigió a la repisa donde tenía una gran variedad de libros, de todos colores, tamaños y hasta formas, después de observarlos un poco escogió solo 3 de todos ellos y se los dio al pequeño, el niño solo los tomo un momento y los arrojo al piso –No quiero leer tío, quiero ¡acción, algo de miedo! Monstruos, vampiros, momias- el tío se agacho a recoger los libros que había tirado el infante y le dijo con toda tranquilidad: acabas de tirar a 3 grande monstruos de la historia, Bram Stoker, Robert Louis Stevenson y Mary Shelly, que tu a lo mejor los conoces por películas como Drácula, Señor Hyde y Frankeisntein. El niño con los ojos muy abiertos y en silencio tomo los libros de las manos de su tío, y empezó a hojear con sumo interés, en ese momento nació un lector.
“El leer es como un truco de magia, al aplicarlo se abren muchas puertas”. Shaa 2010.